Es evidente que siendo guiados por la creencia neo-evangélica actual, nuestra meta sería el eliminar los distintivos doctrinales y enfatizar la unidad entre todos esos que dicen ser creyentes.
Una de las ideas básicas de la psicología del evangelismo ecuméntico actual, es que el amor es más importante que la doctrina. Los evangelicos y católicos ecuménicos, dicen que la doctrina divide, mientras que el amor unifica. Pero, ¿qué dice la Biblia? ¿Es verdad que el amor en el Nuevo Testamento, es más importante que la doctrina y la Verdad?
En el llamado Capítulo del Amor de 1 Corintios 13, se nos dice:
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor" (agape). 1 Cor. 13:13
Algunos dicen que, estableciendo esto: ¡El amor es supremo! Pero, cuando examinamos el capítulo más cuidadosamente, descubrimos que la Verdad también está mencionada en este capítulo. En el versículo 6, se nos dice que el amor se goza de la Verdad. En otras palabras, la fe, la esperanza y el amor son virtudes, pero la Verdad se encuentra en un nivel diferente. Este es el punto de referencia, el fundamento, la atmósfera sin la cual las virtudes como el amor ni siquiera pueden existir.
El amor se goza de la verdad. ¿Por qué? Porque sin Verdad que interprete al amor, que lo proteja, lo guíe, lo canalice, el amor puede convertirse en un desastre total. Sin duda la Verdad tiene el mismo valor como virtud. Las virtudes pueden marchitarse y morir donde no hay Verdad.
No podemos imaginar la vida en este planeta sin agua. El agua es absolutamente esencial para la vida, siempre y cuando se encuentre propiamente canalizada, en sus canales, acueductos, y pipas. Pero, cuando el agua se sale de control, es la segunda catástrofe más grande que le puede suceder a este planeta, secundando sólo al fuego. Por un lado, es una absoluta bendición , pero, por el otro lado puede ser un desastre total. Así sucede con el amor.
LA DEFINICIÓN DIVINA DEL AMOR
El amor sin una definición divina (la canalización revelada por Dios en la cual debe fluir) resulta la cosa más horrible sobre la tierra. Puede destruir a los seres humanos por millones. Puede ser reducido a un sentimentalismo satánico.
El amor, como Dios lo define, es hacer por una persona lo que le es mejor en la luz de la eternidad, no importando cual pueda ser el costo. Así es como es definido por Dios. No obstante, al hablar del mundo del evangelismo, mucha gente se ha olvidado de las definiciones divinas y ha caído en el sentimentalismo. Considere algunas Escrituras claves para ilustrar la distinción entre el amor y la Verdad.
" Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Juan 8:31,32
La mayor libertad puede solamente ser alcanzada por la total sumisión y el rendimiento incondicional a la Verdad. Aquí no aparece algo acerca del amor.
EL AMOR OBEDECE A LA VERDAD
Hay muchos que hablan fulgorosamente de su amor por Jesucristo y por los hombres perdidos. En Juan 14:15,21,23 y 24, Cristo enfatiza que la obediencia a la Verdad es la mejor forma de amor:
"Si me amáis, guardad mis mandamientos. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. El que no me ama, no guarda mis palabras..."
Esta es a la que le llamamos la prueba de fuego: ¿Obedece el hombre los mandamientos del Señor Jesucristo? De nada sirve lo que hablamos acerca de nuestro amor; si no obedecemos a Cristo. Es la obediencia lo que cuenta, no las palabras. La obediencia sin amor es teóricamente posible, pero el amor sin obediencia es, en práctica, imposible. Ese es un sustituto satánico del plan de Dios.
EL AMOR ENSEÑA LA VERDAD
En Juan 21 se da un ejemplo de alguien que dijo mucho acerca de su amor por Cristo. Pero, cuando llegó la obediencia, no estuvo allí. Cuando vino la presión, su decisión se derrumbó y negó a su Señor. Después de la resurrección de Cristo, nuestro Señor confrontó a Pedro amorosamente, pero en verdad:
"...Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos... Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas". Juan 21:15-17
¿Cómo expresamos el amor al Señor Jesús de acuerdo a la lección de este encuentro? Por apacentar Sus corderos, como El mandó en la gran comisión. Entrenado a Sus discípulos y enseñándoles el consejo completo de Dios, enseñándoles todo lo que nos ha mandado.
En Hechos 20, encontramos un buen ejemplo de un Apóstol que obedeció a la gran comisión. Él no habla de amor a los Efesios en este pasaje. Pero, él mostró el amor supremo a todos los discípulos en Éfeso. ¿Qué hizo por éllos? ¿Dijo él, les amo, les amo, les amo? Hechos 20:26-27 nos da la respuesta:
"Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios".
EL AMOR NADA OMITE
El resultado fue el que todos los que moraban en Asia, tanto Judíos como Gentiles, escucharon la Palabra del Señor Jesucristo. Pablo basó su evangelismo en sana instrucción doctrinal. Esa es la clave de Dios para el evangelismo mundial. Las palabras de Pablo en Gálatas 1:6 fueron desafiantes y necesarias, así como lo dice en Gálatas 4, para decirles la Verdad.
En Efesios 4, se nos dice cómo podemos tener el perfecto balance. Note los dones que Dios dio a la verdadera Iglesia, el cuerpo de Cristo, para el servicio y ministerio en esta era. "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros". Efesios 4:11
Cada uno de estos dones en forma de persona, son una persona doctrinal. Ellos están todos relacionados con la Verdad. Todos estuvieron implicados con la predicación, enseñanza y discipulado a la luz de revelar la Verdad. No hay enseñanza en el Nuevo Testamento sugiriendo que el amor es más importante que la doctrina o la Verdad.
En Gálatas 4:15 se hace referencia al amor, dónde leemos de, hablar la verdad en amor. El amor es una forma y manera de hablar la Verdad. El amor es siervo de la Verdad. Hace más fácil de recibir, absorber y digerir. Pero, nunca debe permitirse eclipsar o poner a un lado la Verdad. La Verdad de Dios nunca puede cambiar, pero la Verdad de Dios en manos de mensajeros humanos es un asunto delicado y fragil.
EL AMOR RESISTE EL VENENO
No hay sistema viviente conocido a la ciencia, que pueda sobrevivir sin un sistema complejo, elaborado y constantemente usado, para purificarse a si mismo de los venenos. Esto es verdad en la Iglesia de Dios. Es imposible para una organización el sobrevivir sin que tenga un sistema para purificarse de influencias venenosas.
Necesitamos recordar que estamos en un medio altamente venenoso. Estamos inmersos en el mundo de Satanás. Él tiene constante acceso a cada siervo de Dios a través de su naturaleza caída. ¿Cómo puede ser evaluado el éxito relativo de un ministro Cristiano fuera de la infalible Palabra de Dios? ¿Quién puede determinar lo que ese éxito significa?
EL AMOR PROTEGE AL REBAÑO
¿Alentó el Señor Jesucristo a Sus discípulos a que escucharan simpáticamente a los líderes religiosos de ese tiempo? Su respuesta está dada en Mateo 7:15. "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces". Pero, hoy en día se nos dice por medio de los neo-evangélicos que debemos estudiar y enseñar en universidades y colegios de teología liberales. Hay una cosa peor que la división y esa es la paz a costa de comprometer la Verdad. La Verdad es infinitamente más importante que la falsa unidad del mundo.
EL AMOR CORRIGE EL ERROR
¿Por qué? Porque por causa de la Verdad, aún las familias resbalarán en la hostilidad, si es que alguien en esa unidad puede perpetuar la Verdad de Dios. En Romanos 16:17, Pablo dice:
"Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos".
Si honramos y amamos al Señor Jesucristo, velaremos contra cualquier cosa que pueda destruir Su Verdad. Evitaremos a ese tipo de personas.
Una buena forma de vida o buena doctrina, es siempre contamidada por
un mal medio ambiente o una mala asociación. Una mera asociación
de lo bueno con lo malo nunca hará a la mala cosa mejor. Lo
bueno se pone mal, lo malo no mejora. Es lo mismo con una manzana
podrida en un tonel. La mala nunca mejora, pero las buenas se contaminan
(1 Cor. 15:33). ¿Es correcto para la pureza doctrinal ser
sumergida descaradamente por causa de la unidad eclesiástica mundial?
Seguramente, esto es una negación total a la Palabra del Espíritu
Santo a través de las Santas Escrituras.
[Adaptado de un escrito de John Withcomb Jr. y Rick Miesel]