¿HACE LA SALVACIÓN UNA DIFERENCIA?
Parte 2 de 2
por David Cloud

¿QUÉ CAMBIOS TRAE LA SALVACIÓN?

¿Qué cambios podemos esperar que el nuevo nacimiento haga en la vida de una persona?  En seguida hay unos cambios enfatizados en la Biblia.

UNA NUEVA RELACIÓN Y ACTITUD HACIA DIOS.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado".   Juan 17:3

La persona regenerada ha llegado a ser hijo de Dios.  Dios es su Salvador.  El Espíritu de Dios ha tomado permanente morada en su corazón.  Él desea conocer a Dios y busca hacerlo.  ¿Dónde aparece aquí el profesante que no le interesa vivir para Dios?

UN AMOR POR LA PALABRA DE DIOS

"El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios".  Juan 8:47

El individuo que ha nacido de nuevo tiene hambre por la Biblia.  Es la voz de Dios, y el hombre regenerado ama la voz de Dios.  Es la ley de Dios, y el hombre regenerado tiene la ley de Dios escrita en su corazón.

La actitud de una persona hacia la Biblia es una fuerte indicación de su condición espiritual.

UN AMOR POR EL PUEBLO DE DIOS

"Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte".  1 Juan 3:14

Una nueva actitud hacia el pueblo de Dios es la marca segura de la persona nacida de nuevo.  El que no ama estar con los hermanos no ha pasado de muerte a vida, no importa cual sea su profesión.

Todo en los hermanos no será amado.  El compañerismo no será sin problemas y fricciones.  El desviarse puede imperir la comunión con los santos por un tiempo.  El hermano joven o carnal no ama con la madurez de el hermano anciano.  Los sentimientos pueden ser heridos y pueden resultar variaciones temporales, pero, el hecho de que la persona salva AMARÁ a la gente salva y deseará estar con ellos, permanece.

UN AMOR POR LOS CAMINOS DE DIOS

"Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios".  3 Juan 11

El individuo que no ama la justicia está ya sea perdido o severamente desviado.  La persona que se ha desviado es alguien que en un tiempo evidenció salvación.  Si alguien nunca ha evidenciado salvación, no es alguien desviado; él nunca ha poseido nada de lo cual pudiera desviarse.

El nuevo nacimiento, entonces, es la implantación de la naturaleza de Dios en el alma del verdadero creyente.  Es la morada interior de Dios.  Y esta nueva naturaleza puede ser observada por fuera.  Si Dios mora dentro, la vida de la persona será cambiada.  La persona que no muestra cambio en su actitud hacia Dios, la Palabra de Dios, el pueblo de Dios, los caminos de Dios, no tiene bases Bíblicas para decirse salvo y en camino al cielo.

LA SALVACIÓN ES EVIDENCIADA POR LA PERSEVERANZA

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen".  Juan 10:27

Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio".  Hebreos 3:14

La verdadera fe continua continuando; persevera.  El salvador mantiene a los Suyos.  El hombre salvo puede tropezar y frenar y crecer débil en veces, pero su fe continuará, de cualquier modo.  La persona que completa y finalmente voltea su espalda del Señor Jesús, es alguien que nunca ha tenido verdadera fe con la cual comenzar.  Él tal vez fué simpatizante de las cosas de Dios; él pudo haber probado la Cena del Señor, pero no ha realmente bebido la salvación de Jesucristo.

Los versículos mencionados arriba no muestran que los creyentes se mantienen a sí mismos salvos por el continuar en las cosas del Señor; éllos simplemente muestran su camino; que ya han sido salvos.  Continuan porque Dios trabaja en éllos.  Por ejemplo, Hebreos 3:13 no dice: nosotros SEREMOS hechos participantes de Cristo si retenemos nuestra confianza del principio.  Dice que SOMOS hechos participantes.  El mantenerse, es evidencia de la salvación ya asegurada y poseida.

Nadie tiene autoridad de la Escritura para decir que alguien es salvo si no continua en las cosas de Dios.  Esto no quiere decir que el creyente no puede disfrutar una posición de estar-seguro en Cristo.   El es salvo eternamente en Cristo en el día de su conversión.  La Biblia lo dice.  Esto no lo hace perezoso.  Le inspira en amor y devoción a su Salvador.

LA FE SALVADORA - OBRA

"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma...  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?"  Santiago 2:17,20

Una fe que no obra es una fe muerta.  El indiviuo que profesa ser salvo, pero no está interesado en Cristo y las cosas de Dios, tiene una increible clase de "fe".  Seguramente no es fe salvadora.

Dicha persona que dice creer que Dios odia y juzga el pecado como el Evangelio enseña, mas no tiembla por causa de su propio camino perverso.  El profesante no cambiado dice creer que Jesús sufrió una muerte dolorosa y sangrienta para liberarle del pecado, pero continúa en las tantas cosas que causaron la muerte de Cristo.  Él dice creer que el Cristo resucitado da la victoria sobre el pecado, pero dice que simplemente no puede dejar su pecado.  El dice creer que la Vida está en Jesús solamente, pero no pone esfuerzo en buscar el conocimiento de Cristo en su vida diaria, aún, continua alimentandose de los desperdicios del mundo.

Él dice creer que la ira de Dios se revela contra los caminos del mundo, pero rehusa dejar sus placeres y compañías mundanas.  El dice creer que la Biblia es la Santa Palabra de Dios, el único Libro en el mundo que tiene verdadero valor eterno, pero su mente está llena de cualquier otra cosa  menos que de la Biblia.

El profesante no cambiado dice creer que Cristo construye y ama la iglesia, y que la Biblia enseña que cada creyente esté en la asamblea, pero él contiende en que Dios se agrada cuando observa programas religiosos el Domingo en la mañana en lugar de asistir a la iglesia, o cuando ignora la asamblea de media semana.

¿Esta persona realmente tiene fe?  No; aquél cuya fé no se evidencía en una vida cambiada y amor por las cosas de Dios no tiene verdaderamente la fe salvadora.  La persona que profesa tener fe en Cristo pero continua caminando lejos de los caminos de Dios, no es alguien que ha perdido su salvación; él es de ese triste número de los que nunca han poseido la salvación.

EL PROFESANTE NO CAMBIADO ESTÁ EN PEOR ESTADO QUE LA PERSONA QUE NUNCA HA CONOCIDO LA VERDAD.

"Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero".

"Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado".

"Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno". 2 Pedro 2:20-22

Qué diferente la amonestación de Pablo es a la de muchos trabajadores Cristianos hoy en día.  No sólo negó dar esperanza al profesante no cambiado, dijo que sería mejor que no hubiera conocido la verdad.

Esto no quiere decir que Pedro no creía en la seguridad del creyente.  En 1 Pedro 1:2-5 enseña que los creyentes son elegidos de acuerdo a la presciencia de Dios, rociados en la sangre de Cristo Jesús, nacidos de nuevo a una esperanza viviente de resurrección.   Poseedores de una herencia que ha sido reservada en el cielo para ellos.  ¡Esta es una posición segura!  Él sigue diciendo que estos creyentes son mantenidos por el poder de Dios.  No hay incertidumbre aquí de que el creyente no irá al cielo.

No obstante, el Apostol no ofrece seguridad a alguien que no muestra evidencia de salvación Bíblica.  Él no ofrece seguridad a la persona que se da vuelta hacia la contaminación del mundo; porque esa persona muestra que nunca ha nacido de nuevo.

El profesante no cambiado es como un puerco que, al ser lavado, regresa a la pocilga.  El puerco regresa al cieno porque su lavado exterior no ha quitado su naturaleza porcina.  El profesante no cambiado regresa, o nunca deja, su naturaleza pecaminosa, porque su naturaleza no ha sido cambiada por medio del nuevo nacimiento.

Si las Escrituras consideradas bajo los anteriores cinco puntos se tomarán con gran valor, los versículos demandan que ningún profesante no cambiado tenga una luz de esperanza de salvación; eso es, por su puesto, si el profesante ha tenido suficiente tiempo para evidenciar su cambio.  Esto es, algunas veces dificil de juzgar desde una perspectiva humana, particularmente en el Cristiano nuevo o desviado.  Pero la Biblia enseña que habrá un cambio.  La salvación hace una diferencia.  Siempre hará una diferencia.

¿QUÉ TAN GRANDE SERÁ EL CAMBIO?

Es posible que un verdadero creyente no de gran evidencia de cambio en su vida.  El puede temer estar en pié publicamente por su Salvador, y aún así ser salvo.  2 Pedro 1, indica la posibilidad de que un verdadero creyente falle en su progreso de crecimiento espiritual y de ese modo aún olvidar que era salvo.

Aún si este es el caso, habrá, de acuerdo a las Escrituras previamente estudiadas, alguna evidencia clara de salvación.  Habrá una actitud cambiada hacia Dios, hacia la Biblia, hacia los Cristianos, la iglesia y el pecado.  Habrá un cambio.

Tome a Lot, por ejemplo, él hizo algunas deciciones imprudentes en su vida.  Él amaba al mundo y escogió el placer y las recompensas del mundo sobre la voluntad de Dios.  Él perdió su familia completa en el mundo.  Él perdió su testimonio y el poder de su testimonio.  Él desperdició su vida en vanidad.

Aún así, sabemos de las referencias del Nuevo Testamento de que Lot fue un hombre salvo.  2 Pedro 2:7-8 llama a Lot "justo" y dice que tenía una alma justa que fué abrumada con la nefanda conducta de los de Sodoma.

Si pensamos por un momento, será claro que Lot MOSTRÓ evidencia de salvación.  Él tenía una actitud diferente sobre el verdadero Dios que la que tenían sus perdidos e idólatras vecinos en Sodoma.  Él tenía un amor por los mensajeros de Dios, como se muestra en su recepción de los ángeles.  Él tenía algún temor por la Palabra de Dios, como se ve en su actitud hacia la advertencia de los ángeles.

Lot no vivía como debería, pero él evidenció su salvación en muchas formas obvias.  Él estuvo lejos de ser un profesante no cambiado.

El ganador de almas encontrará mucha gente como Lot.  Hay una razón para creer que no son salvos, pero éllos están lejos de la voluntad de Dios.  Habrá gente que será salva pero que es lenta en llegar a la iglesia y cambiar su forma de vida.

¿Cómo se tratará con ésto?  ¿Debería el ganador de almas decir: "Gloria a Dios porque es usted salvo", y dejarlo así?  ¿Cuál es el mensaje de Dios para la persona que es salva pero vive en pecado y mundanalidad?

El siguiente estudio breve de los doleres del cristiano descarriado ayudará.

DOLORES DEL CRISTIANO DESCARRIADO

COMUNIÓN ROTA CON DIOS

La bendición de la vida Cristiana es ilimitada, pero una es la más valiosa que todas las demás juntas, el compañerismo con Dios en Cristo.  El hombre salvo puede caminar y platicar con Dios cada momento de cada día, si lo desea.

El gran abismo entre su alma y Dios, que una vez existió por causa de su pecado, ha sido por siempre removido por la sangre de Cristo Jesús.  Por fe en Su sangre, el creyente entra a la misma presencia de el gran y maravilloso Dios.

El Cristiano puede ser nada en los ojos de la sociedad,  pero puede caminar con el Señor del mundo.  El puede ser condenado, aún odiado por el hombre, pero es la manzana del ojo de Dios y puede calentarse en el fuego del afecto de Dios.   El Cristiano puede no ser capaz de ser oido por algún noble en este mundo, pero puede conversar con el Rey de reyes.  El Cristiano puede pasar por enfermedades, humillaciones, pobreza, tortura, y muchas otras aflicciones, pero el que camina con Dios aprende que hay, en esa comunión:  Un gozo, una paz, una dulzura, una sabiduría, una fuerza que hace a todas las dificultades perder su total amargura.  El Cristiano puede ser abandonado por el compañerismo humano; sus amigos pueden abandonarlo, pero en Dios el sabe que tiene un amigo que es más cercano que un hermano.

¡Qué tesoro es el compañerismo con Dios!  Y este tesoro es a través de Cristo Jesús.  El precioso Señor Jesús, el Señor de Gloria, el Deleite del hombre, el Apreciado entre lo apreciado, es la porción del Cristiano.  Él pertenece al Cristiano, y el Cristiano le pertenece a Él.  El Cristiano es una parte de Su cuerpo y su carne, y de sus huesos (Efesios 5:30); así tan íntima es la relación entre Dios y el creyente.

Todo esto es disfrutado en bases diaria en esta vida sólo si el Cristiano voluntariamente escoge hacer a Cristo su porción.  El creyente debe escoger caminar en la luz, buscar afanadamente la voluntad de Dios, confesar sus pecados, porque si no, no podrá disfrutar del compañerismo de Dios, para lo que fué redimido.

Por no caminar en compañerismo con Dios, el Cristiano pierde los regocijos arriba mencionados y mucho, mucho más.  El compañerismo roto con Dios se ven en una vida debil de oración, falta de guianza, falta de poder sobre el pecado y Satanás, falta de entendimiento espiritual y deseo, un testimonio enfermiso, etc.  ¡Qué pérdida es esta!

La bendición más preciosa en la vida es la comunión con Dios en Cristo.  Esta mayor porción de bendición de el hijo de Dios se pierde en el creyente que vive en indiferencia, pecado no confesado o mundanalidad.

LA MANO DE CORRECCIÓN DE DIOS

El Señor  no se mostrará indiferente cuando Sus hijos viven en pecado.  Él toma medidas activas para traerlos a Su perfecta voluntad.  Él reprende y atrae a través de las Escrituras (2 Timoteo 2:25; 3:16).  El permite que Satanás traiga miseria (1 Timoteo 1:20).  El corrige por medio de enfermedades y las circunstancias de la vida (Salmos 38:1-8).  En algunos casos, El también corrige por medio de la muerte (1 Corintios 11:30).

Dios trata con los santo que pecan y hacemos bien en reconocer la mano de Dios en nuestras vidas y en responder con confesión y obediencia.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.  No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, aue han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti".  Salmos 32:8-9

PERDIDA DE OPORTUNIDADES IRREMPLAZABLES PARA FRUCTIFICAR Y SERVIR

¡Qué gran pérdida es una vida vivida fuera de la voluntad de Dios!  Preciosas horas que pudieron ser usadas en el servicio de Dios han sido desperdiciadas en la vanidad.  Preciosos talentos que pudieron haber sido dedicados y desarrollados para Dios, son desperdiciados o perdidos.  Vidas que pudieron haber sido cambiadas por Dios, permanecen sin cambio.  Las bendiciones y recompensas y los regocijos que pudieron haberse disfrutado, son por siempre sacrificados en el altar del pecado y la mundanalidad.

Tal vez la parte más terrible de las oportunidades perdidas es ésta:  Nunca pueden ser recobradas.  Se pierden para siempre.  Sólo en esta vida podemos predicar el Evangelio a los perdidos.  Sólo en esta vida podemos estar en pie por Dios en un mundo maligno y antagónico.  Sólo en esta vida podemos escoger resistir el pecado para la gloria de Cristo Jesús.

UN DÍA DE RENDIR CUENTAS ANTE EL ASIENTO DE JUICIO DE CRISTO

¿Qué implicará el asiento de juicio de Cristo  para el Cristiano negligente?  Significará una pérdida de recompensa y bendición que pudo haber sido obtenia para gloria de Dios (1 Corintios 3:11-15).  Significará una perdida de tesoro (1 Timoteo 6:17-19).  Significará una verguenza y desgracia (1 Juan 2:28).  Significará una agonía por causa del deshonor que fué traido al Señor Jesus, por causa de la vida carnal.

Qué horror el ignorar la perfecta voluntad de Dios, y presentarse frente al asiento del juicio de Cristo, en presencia de los santos y ángeles, y sufrir la desgracia de ser juzgado por haber vivido en rebelión o indiferencia contra la voluntad de Dios y por haber así promovido la causa de Satanás en su  vida terenal.

De cualquier forma, pues, salvo o perdido, los profesantes negligentes no deben dejarse descansar en su extravío.  El trabajador personal debe sonar trompeta advirtiendole sobre su negligencia espiritual.

Esos que no tienen evidenca de una vida cambiada están más bien perdidos, destinados a la condenación eterna.  Si son salvos y se están en pijamas, éllos sufrirán los dolores de la correción Cristiana.

Los ganadores de almas deben ser armados de la sabiduría de Dios para discernir cuando una persona está perdida o es carnal, y estar listos para dar un desafío Bíblico y responder al problema.
 

Fin de la Parte 2 de 2.

(Título original en Inglés: DOES SALVATION MAKE A DIFFERENCE? 2 OF 2.  Traducido al Español por Ulises Velázquez, con permiso del Autor.  Copyright 1999 by David W. Cloud. All rights reserved). [Way of Life Literature, 1701 Harns Road, Oak Harbor, WA 98277. (360) 675-8311.]

 



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